El mundo está cambiando a una velocidad nunca antes vista, ahora el clima es más extremoso, además tenemos una pandemia, Internet ya no es un accesorio, y la seguridad se ha convertido en una prioridad.
Ya sea el águila en pleno vuelo o la flor de manzano abierta, el incesante trabajo de los caballo, el cisne alegre, la ramificación del roble, el arroyo que serpentea en su base, las nubes a la deriva, sobre todo el sol que cursa, La forma sigue a la función, y esta es la ley. Dónde la función no cambia, la forma no cambia. Las rocas de granito, las colinas, permanecen durante siglos; las vidas de rayos, viene en forma, y muere, en un abrir y cerrar de ojos. Es la ley que prevalece a todas las cosas orgánicas e inorgánicas, de todas las cosas físicas y metafísicas, de todas las cosas humanas y todas las cosas sobrehumanas, de todas las verdaderas manifestaciones de la cabeza, del corazón, del alma, que la vida es reconocible en su expresión, que forma siempre sigue a la función. This is the law.
¿La forma sigue a la función aun en el S.XXI?
… se demuestra una vez más que si. Y es ahora cuando es necesario re-plantearlo todo: Los espacios de vivienda, los espacios de trabajo, las ciudades, las áreas verdes… Estamos en los 20s del nuevo siglo, y debemos hacer una retrospectiva para ver qué funcionó antes y si es necesario replantearlo ahora.
De qué sirven los autos enormes a gasolina, si estamos todos encerrados en casa? De qué sirve un avión de pasajeros con 1000 asientos si nadie viaja?
Habiendo la tecnología que hay, tiene sentido tener un cuarto de TV? … En los 60s las casas solían tener un despacho en la entrada. Hoy quizá tiene más sentido poner un cuarto de descontaminación y una regadera? Cómo deben ser las ciudades si la generación millenial prefiere los scooters que los autos? ¿Conviene tener un cuarto de mascotas?